Avanza la fracturación hidráulica en México

* Suman 5,621 pozos de fracking en el país.

* Dowell Schlumberger y Halliburton, principal brazo ejecutor

Los altos costos de producción convierten al fracking en una técnica incosteable actualmente para la extracción de hidrocarburos en yacimientos de lutitas, además de que representan un grave riesgo al ecosistema y violenta el derecho humano de acceso al agua, por la cantidad de líquido que se emplea durante la perforación. No obstante, esta ya se ha realizado en el país, siendo las compañías extranjeras las más beneficiadas con los contratos otorgados por la Secretaría de Energía.

Mediante la Solicitud de Acceso a la Información 1857500021718 realizada ante la Secretaría de Energía, Pemex Exploración y Producción, y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), se tuvo conocimiento que en la última década en el país se han perforado 5,621 pozos en los que se ha empleado la técnica de fracturación hidráulica (Accede al documento completo aquí).

La fracturación hidráulica, según la Alianza Mexicana contra el Fracking, es una técnica de extracción de hidrocarburos mediante la perforación vertical hasta alcanzar las rocas lutitas que contienen gas o petróleo; ya en el estrato, se realizan una serie de perforaciones horizontales, que pueden externderse por varios kilómetros en distintas direcciones.

A través de estas perforaciones se inyecta agua mezclada con arena y diversas sustancias químicas a presiones elevadas, lo que permitirá la extracción de los hidrocarburos. Este tipo de pozos tiene una vida útil reducida, por lo que pronto desciende la producción y requiere de la perforación de más, con el consecuente uso indiscriminado de agua que ya no podrá ser recuperada.

El empleo de esta técnica está asociada con la disminución de la disponibilidad del agua, en virtud de que cada pozo requiere de entre 9 y 29 millones de litros. Al ir mezclada con sustancias químicas, el líquido queda contaminado. Lo anterior tiene consecuencias sobre la salud de la población que habita las zonas donde se perforan los pozos. Además se ha relacionado con el incremento en la sismicidad.

Esto ha generado movimientos sociales para detener las perforaciones de yacimientos no convencionales. Municipios como Tancanhuitz, Ciudad Valles, Tanlajás y Xilitla en San Luis Potosí se han pronunciado oficialmente libres de fracking en su territorio. En Argentina, la municipalidad de Viedma se ha sumado a esta lista.

A pesar de ello, el Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, en marzo pasado anunció la apertura a la explotación de yacimientos no convencionales de aceite y gas en la Cuenca de Burgos (Tamaulipas). Coahuila, Nuevo León, Veracruz, Puebla son entidades en los que se ha desarrollado esta actividad y se pretende que se extienda a San Luis Potosí, Hidalgo y Oaxaca.

El cruce de información entre las diferentes dependencias y documentos públicos permitió conocer que dos empresas como Dowell Schulmberger y Halliburton lideran la fracturación hidráulica en México, con 5 y 4 pozos respectivamente, de una lista de 35 difundida por el Activo Integral de Producción Bloque S04, adscrito a la Subdirección de Producción. El listado incluye pozos en los estados de Tabasco y Veracruz.

De los anteriores, perforados en Agua Dulce, Veracruz, y en los municipios de Huimanguillo y Cárdenas Tabasco, destaca que la compañía perforadora GSM, propiedad de Carlos Slim, tiene participación en 13 de estos pozos, a la par que Petróleos Mexicanos; mientras que Weatherford ha perforado 8 más.

Cada uno de estos pozos costó entre 1.7 millones y 8.2 millones de pesos. Sólo el pozo Rabasa 124 en Agua Dulce produce 1,435 barriles diarios. Este último municipio alberga a 16 de los 35 pozos enlistados.

En respuesta a esta misma solicitud de información, la Dirección de Exploración, proporcionó una lista de 18 pozos exploratorios perforados en México utilizando la técnica de fracturamiento hidráulico. Estos han sido perforados en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, por un monto total de 2 mil 321.62 millones de pesos.

Sin embargo, la Dirección General de Administración del Centro Nacional de Información de Hidrocarburos respondió que en los últimos 10 años, con base en la información remitida por Pemex, son en realidad 5,621 pozos en los que se ha utilizado la fracturación hidráulica, y aclara que esta técnica es empleada en diversas actividades, tales como la etapa de terminación o como una reparación mayor o menor.

Contrastando tal información, cabe precisar que tan solo durante la ejecución del Proyecto Aceite Terciario del Golfo (ATG), y se cita textualmente

el reporte “Primera revisión y recomendaciones” fechado en 2010, un documento de la Secretaría de Energía: “Del total de pozos del proyecto ATG, 1,737 han sido fracturados. De éstos 1,323, el 76%, han sido fracturados con baja carga de apuntalante y fracturamiento hidráulico.”

Por otra parte, se informó que el pasado 23 de enero de 2018 se autorizó mediante la resolución CNH.UTEXP.002/2018, la perforación del pozo exploratorio Maxochitl-1EXP en yacimiento no convencional; mientras que un mes después quedó listo el permiso para perforar el pozo tipo Semillal-1EXP, también en yacimiento no convencional mediante la resolución CNH.UTEXP.007/2018.

Los dos anteriores pozos, junto con el Kaneni-1, habían sido suspendidos en 2016; éste último autorizado mediante el resolutivo CNH.UTEXP.015/2018 el pasado 10 de abril.

Diversas organizaciones sociales no gubernamentales han externado su preocupación de continuar invirtiendo en la explotación de yacimientos no convencionales a pesar del daño documentado que esto ocasiona al medio ambiente, además de que se trata de una actividad que retrasa la transición hacia el empleo de fuentes de energías renovables, prolongando la dependencia de los combustibles fósiles.

Édgar Escamilla

Entradas relacionadas

Deja tu comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.