Los empleados fueron golpeados con palas; ya fueron dados de alta.
Durante dos días, empleados sindicalizados se opusieron a acudir a sus centros de trabajo, en tanto la empresa no se comprometiera a garantizar su seguridad.
Édgar Escamilla
Poza Rica, Ver.- Nueve trabajadores del ramo petrolero fueron asaltados cuando se encontraban laborando la madrugada del lunes 27 de enero al interior de un pozo en el campo Coapechaca, cerca de la comunidad de Corralillos, Coatzintla. Los obreros fueron golpeados y después rociados con diésel, amenazándolos con quemarlos vivos.
Eran alrededor de las 02:30 horas de la madrugada del lunes, cuando los perros que acompañan a los trabajadores detectaron la presencia de personas extrañas; sin embargo, nada pudieron hacer para detenerlos y los delincuentes sometieron a los trabajadores.
Se trata de seis trabajadores de la empresa Petróleos Mexicanos (Pemex), entre ellos el encargado del equipo, un técnico, un “chango” y tres “pisos”, así como tres trabajadores más de una compañía privada.
La zona donde se encuentra el pozo es un área despoblada, la comunidad más cercana es Corralillos, ubicada a más de 10 kilómetros de la ciudad de Poza Rica.
Versiones de los testigos argumentan que después de que se retirara el personal de cambio de guardia, a la media noche, elementos de la Gerencia de Seguridad Física de Pemex realizaron su rondín de rutina, pero minutos más tarde, entre el monte salieron los agresores.
Superados en número, los empleados fueron sometidos y golpeados con palas, para después ser rociados con diésel mientras lo amenazaban con quemarlos vivos si no entregaban sus pertenencias.
Fue cerca de las 05:30 horas cuando por fin llegaron al Hospital Regional de Pemex, en Poza Rica, donde fueron atendidos de sus lesiones y canalizados para recibir atención psicológica, ya que se encontraban en crisis nerviosa.
Al siguiente cambio de turno, los trabajadores sindicalizados se negaron a acudir a sus centros de trabajo en las zonas rurales, atendiendo una de las condiciones previstas en el Contrato Colectivo de Trabajo; sin embargo, Pemex envió a personal de confianza a realizar los cambios de turno, acompañados de personal de la compañía privada.
Los trabajadores denunciaron que pasadas 36 horas, ni la empresa ni el Sindicato se habían reunido con ellos.
Cabe mencionar que en diciembre pasado, un trabajador de Pemex asesinó a su compañero con disparos de arma de fuego al interior del Despacho de Guardias, luego de una discusión en su centro de trabajo.
Esta situación dejó en evidencia que muchos de los trabajadores estaban recurriendo a acudir armados a los pozos, luego de la serie de asaltos ocurridos en los campos petroleros.
Luego de estos hechos, el personal ha sido sometido a revisiones por parte de elementos de la Policía Federal para verificar que no porten armas. “Nos han bajado del autobús de la empresa y nos dicen que tienen órdenes de arriba de checar que no llevemos armas o de lo contrario, tronarlos”, comenta uno de los trabajadores.
A pesar de que se buscó una versión oficial por parte de la empresa Pemex, hasta el momento el caso se ha manejado en total hermetismo, no así los hechos en los que los delincuentes han perpetrado robos a los bienes propiedad de Petróleos Mexicanos, que es cuando se ha hecho público de manera institucional, interponiendo las denuncias correspondientes.
Incrementarán recorridos de vigilancia en pozos petroleros
Funcionarios de la Sección 30 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) dialogaron con los trabajadores y representantes de la empresa, para solicitar fuera aumentada la seguridad en las instalaciones petroleras.
Luego del diálogo, se acordó incrementar los recorridos con personal de la Gerencia de Seguridad Física y elementos del Ejército Mexicano, comisionados a tareas de seguridad en instalaciones petroleras.
Con el compromiso de por medio, los trabajadores reanudaron sus labores, confiando en que los patrullajes serán de forma periódica.
La parte sindical informó que los trabajadores que fueron internados en el Hospital Regional de Pemex se encontraban fuera de peligro, por lo que fueron dados de alta; no obstante, seguirán recibiendo apoyo psicológico luego del evento traumático al que fueron sometidos.